SUELOS-PESTICIDAS-ENERGIA


Las substancias descargadas por la minería entran en un proceso de reciclaje ambiental, dominado por la dinámica del ambiente receptor, y en algún momento tendrán que llegar obligatoriamente a los suelos, donde tenderán a ser acumulados. Si la descarga persiste el tiempo suficiente, se podrían exceder los umbrales de seguridad ambiental.

Los elementos metálicos emitidos son llamados metales pesados, que son todos aquellos con densidad igual o mayor a 5g/cc. El concepto abarca 60 elementos, de casi todos los grupos del sistema periódico, muy diversos y algunos de síntesis artificial; sin embargo, excluye elementos no metálicos y/o de densidad menor, como el selenio, molibdeno y arsénico, que son contaminantes, térmicos tales como elementos traza o microelementos, a pesar de no tener especificidad química, por lo menos restringen el grupo a elementos de síntesis natural en la litosfera en baja concentración.

Independiente del término empleado, lo importante es que las descargas mineras aportan al ambiente una carga adicional de elementos persistentes y con alto potencial tóxico, muchos de ellos biomagnificables y con largos tiempos de residencia en los suelos. Para un ambiente dado, el impacto de esta contaminación, medido por la magnitud e irreversibilidad de los daños, extensión de superficie afectada e instantaneidad de emergencia, es función del elemento y del estilo de descarga.
La respuesta de una especie vegetal en un suelo, a la disponibilidad creciente de un elemento esencial, puede describirse por las siguientes cinco zonas indicadas .

  • ausencia de la especie, por disponibilidad del metal bajo el límite crítico de subsistencia (Lcsb);
  • desarrollo poblacional deficiente (individuos mal desarrollados, densidad poblacional baja o distribución irregular), entre los límites críticos de subsistencia (Lcsb) y se suficiencia (Lcsf);
  • tolerancia y desarrollo óptimo de la población, entre el límite de suficiencia (Lcsf) y el máximo de tolerancia (LMT);
  • desarrollo poblacional deficiente (similar a B), entre el límite máximo de tolerancia (LMT) y el límite de letalidad (LLE), y
  • ausencia de la especie (similar a A) sobre el límite de letalidad (LLE).
El grupo de límites críticos será específico para cada trío elemento-especie-suelo, reflejando la cuantía en que el elemento es requerido, su potencial tóxico, la sensibilidad de la especie afectada y la capacidad tampón a ese elemento, que posee el suelo donde se produce el contacto elemento-planta.
La evaluación de un proceso de aportes de metales es muy compleja, ya que las respuestas vegetales no siempre son coherentes. Algunas especies son tolerantes selectivas, es decir, tolerantes a unos elementos y sensibles a otros. Otras presentan exclusividad en sus respuestas, siendo siempre tolerantes, semitolerantes o sensibles. La respuesta de una especie no debe verse a nivel de individuo sino poblacional, ya que puede existir una amplia variación en la sensibilidad individual al contaminante.


Como ejemplo del potencial tóxico expresado por un elemento frente a una especie, una experiencia nacional de cultivo de alfalfa en diferentes suelos del país dio un LMT de cobre variable desde 1.600 mg/kg a 100 mg/kg. En general, la toxicidad del cobre fue reducida por la concurrencia de al menos una de las siguientes condiciones: una abundante fracción arcilla dominada por minerales, una abundante fracción orgánica y una abundante dotación de calcio. Estos resultados concuerdan con los obtenidos en otros países.

En términos generales, la biomagnificación tiene una relación inversa con la esencialidad del elemento. Los elementos no esenciales tienden a ser absorbidos por vía pasiva en función a su disponibilidad en el suelo, mientras los no esenciales son absorbidos activamente.


Pesticidas como contaminantes


EFECTOS INDESEADOS PARA LA SALUD HUMANA


Simultáneamente con el aumento del uso de plaguicidas, crecieron muy significativamente los accidentes y enfermedades asociadas. Según datos de la OMS, anualmente se intoxican dos millones de personas por exposición directa o indirecta a plaguicidas. De ese total, las 3/4 partes de afectados pertenecen a los países subdesarrollados, donde únicamente se utiliza el 25% de la producción mundial de plaguicidas. Aunque existen dificultades para obtener registros y estadísticas fiables, en nuestro país es consensualmente aceptado que la accidentabilidad asociada al trabajo agrícola es similar o ligeramente superior a la registrada en la construcción.


El contacto con pesticidas y su entrada al organismo -a través de la piel, la respiración y/o por ingestión- se produce por exposición laboral y en el hogar debido a usos y aplicaciones incorrectos, falta de medidas preventivas y de protección, almacenamiento inadecuado, reutilización de envases (comederos de animales, almacenamiento y traslado de agua) y fumigaciones aéreas. Se han detectado residuos de organoclorados y organofosforados en personas donde la única probabilidad de encuentro con pesticidas es por ingestión. Las preparaciones acaricidas o insecticidas, como las lociones piojicidas con lindano utilizadas en humanos, son una vía adicional de contaminación y pueden además potenciar otros agentes nocivos.


Los efectos indeseados producidos dependen del pesticida, la dosis, la vía y el tiempo de exposición. Los efectos agudos (vómitos, diarrea, aborto, cefalea, somnolencia, alteraciones comportamentales, convulsiones, coma, muerte) están asociados a accidentes donde una única dosis alta es suficiente para provocar los efectos que se manifiestan tempranamente. Los crónicos (cánceres, leucemia, necrosis de hígado, malformaciones congénitas, neuropatías periféricas, a veces solo malestar general, cefaleas persistentes, dolores vagos) se deben a exposiciones repetidas y los síntomas o signos aparecen luego de un largo tiempo (hasta años) de contacto con el pesticida, dificultando su detección. Dado que su biotransformación es muy lenta, los pesticidas provocan efectos acumulativos en las personas expuestas. Otro peligro, descubierto luego de la guerra del Golfo, es la potenciación entre compuestos similares por un factor de 100 o más. Esto resultados fueron observados en tropas norteamericanas expuestas a tres tipos de anticolinesterásicos -organofosforados de guerra (Sarín, VX), piridostigmina y pesticidas de ropa y tiendas de campaña- y fueron confirmados experimentalmente en animales de laboratorio.
EFECTOS SOBRE EL AMBIENTE

Aunque los pesticidas han sido diseñados para ofrecer una alta especificidad de acción, su uso genera innumerables efectos indeseados como la generación de organismos resistentes, la persistencia ambiental de residuos tóxicos y la contaminación de recursos hídricos con degradación de la flora y fauna. Al aparecer resistencia en la especie a combatir se requiere el incremento de las cantidades necesarias de pesticida o la sustitución por agentes mas tóxicos para lograr controles efectivos. Los organoclorados son un ejemplo de persistencia ambiental pues permanecen en los suelos sin degradación significativa hasta 30 años después de aplicados. Esa permanencia favorece la incorporación a las cadenas tróficas, la acumulación en los tejidos grasos humanos y animales y la biomagnificación. Aunque los organoclorados se utilizan escasamente desde los '80, en nuestro país aún se detectan sus residuos en tejidos vivos. La contaminación de los cursos de agua se produce en forma directa por la aplicación de pesticidas en las aguas (arrozales), por lavado de envases o equipos y por descarga de remanentes y residuos. Es igualmente importante la contribución indirecta producida por lixiviación (infiltración) de productos, caída por desniveles y por contaminación de suelos. Las aguas contaminadas expanden el tóxico a la flora y fauna produciendo la muerte de especies, el aumento de la intoxicación humana, la pérdida del curso de agua como recurso utilizable y la probable contaminación de las reservas hídricas (acuíferos). Asimismo, la aplicación sistemática de plaguicidas altera los equilibrios existentes en las cadenas tróficas normales al causar la desaparición o disminución de los enemigos naturales de distintas plagas, de descomponedores de materia orgánica, de incorporadores de nitrógeno y de otras especies vitales para el ambiente como por ejemplo los polinizadores. Además de destruir recursos genéticos y farmacológicos conocidos y otros aún no develados, el empobrecimiento de la biodiversidad puede conducir a la proliferación de las especies antagónicas de aquellas extinguidas, provocando nuevos desequilibrios ecológicos y nuevas plagas. Un efecto adverso adicional proviene de los envases y contenedores vacíos. En nuestro país no existen normativas para su eliminación y frecuentemente se realiza la incineración a cielo abierto sin tener en cuenta que algunos productos al ser expuestos al calor desprenden dioxinas cuya toxicidad es ampliamente mayor que el agrotóxico original. Los factores mencionados forman un ciclo cerrado que se retroalimenta y refuerza profundizando los efectos adversos (ver figura 1).
OBSERVACIONES FINALES


La resistencia a la degradación transforma a los plaguicidas en una amenaza persistente para todos los seres vivos. La enorme diversidad de pesticidas hace que existan numerosos y variados mecanismos de acción, muchos de ellos desconocidos. Las investigaciones que realizamos en nuestro Departamento del IIBCE pueden contribuir al esclarecimiento de algunos de los mecanismos de acción de organofosforados y carbamatos. Ambos son inhibidores de las colinesterasas y producen efectos colinérgicos generalizados considerados responsables de un significativo porcentaje de las 200.000 muertes anuales ocasionadas por pesticidas. El conocimiento de los mecanismos de acción de estos compuestos será una herramienta poderosa para la prevención de sus efectos indeseados hasta que se generalice el uso de otros métodos de control de plagas más compatibles con el hombre y el ambiente.
Oferta y demanda de energía:tendencias y perspectivasSe espera que la demanda de energía aumente considerablemente en los próximosaños a causa de crecimiento demográfico y el desarrollo económico (EIA, 2007).Muchas personas en el mundo experimentan en la actualidad profundos cambios ensus estilos de vida a medida que se pasa de una economía de subsistencia a una economíabasada en la industria o en los servicios. Los incrementos mayores en la demandade energía se registrarán en los países en desarrollo, donde se pronostica que la proporciónmundial del consumo de energía habrá de aumentar del 46 al 58 por cientoentre 2004 y 2030 (EIA, 2007). Las cifras del consumo per cápita se mantendrán sinembargo probablemente muy por debajo de las de los países de la Organización deCooperación y Desarrollo Económicos (OCDE).Según las proyecciones, el consumo de energía en los países en desarrollo creceráa un ritmo promedio anual del 3 por ciento entre 2004 y 2020. En los paísesindustrializados con economías maduras y un crecimiento demográfico previsiblerelativamente escaso, la demanda proyectada de energía crecerá al ritmo más bajodel 0,9 por ciento anual, pero partiendo de un nivel mucho más alto. El consumode energía en las regiones en desarrollo superará, según las proyecciones, al de lasregiones industrializadas para 2010. La generación de energía eléctrica representaráalrededor de la mitad del incremento de la demanda mundial de energía, y eltransporte supondrá un quinto de esa demanda, que en su mayor parte será decombustibles petrolíferos (EIA, 2007).Una gran proporción del aumento de la demanda de energía resultará del rápidocrecimiento de las economías asiáticas, especialmente China y la India. La demandaproyectada de energía en los países en desarrollo de Asia crecerá a un ritmo del3,7 por ciento anual, cifra muy superior a la de cualquier otra región (Figura 1). Elconsumo de energía en Asia más que doblará durante los próximos 20 años, representandoalrededor del 65 por ciento del incremento total de la demanda de energíade todos los países en desarrollo. Pese a que se espera que el consumo de energía enlos países en desarrollo de otras regiones haya de crecer a un ritmo más lento queen Asia, se prevé que las tasas de crecimiento excederán aun el promedio mundial(Cuadro 1). Si bien todas las regiones jugarán algún papel en la oferta y demandafuturas de energía, los enormes incrementos del consumo proyectados en Asia convertirána esa región en objeto de interés fundamental en los acontecimientos futurosrelacionados con el sector de la energía.