El paraíso era entonces ese lugar poblado de grandes y abundantes animales que proveían de alimento a pequeños grupos de cazadores-recolectores. Probablemente al principio comieron carne animal como carroñeros, pero hace unos 30.000 años, tuvieron afinada la técnica y los instrumentos suficientes como para cazar por su propia cuenta a pequeños y grandes animales. Pero sobrevino una corriente cálida (hace unos 13000 años) que puso fin una edad glaciar haciendo menguar las praderas del planeta entero y por otro lado, crecer los bosques y disminuir grandemente la cantidad de grandes animales. Es posible demostrar la influencia del hombre en la disminución y a veces extinción de los grandes herbívoros al observar que ancestros de elefantes y rinocerontes sobrevivieron con anterioridad a varios períodos cálidos. En Mesoamérica la extinción de los grandes animales fue prácticamente total (32 grandes especies de animales se extinguieron hace unos 9000 años), en Sudamérica sobrevivieron las llamas, los guanacos y las vicuñas, y sólo en Europa y Asia aprendieron a domesticar varios herbívoros previniendo entonces su extinción. La domesticación de animales fue “el más importante proceso de conservación de todos los tiempos” (p31).
En Mesoamérica se produjo el fenómeno de intensificación-agotamiento, en la que los cazadores-recolectores mejoraban cada vez más sus técnicas a medida que la extinción de animales iba aumentando. Se agotó en tal extremo el agotamiento de proteína animal que la carne llegó a ser un lujo en el antiguo Méjico. Tanto en América como en Europa o en Asia se pasó al período mesolítico, caracterizado por un marcado viraje hacia la alimentación de “amplio espectro”: mariscos, peces, bellotas, legumbres, maíz, trigo, cebada. Pero la evolución cultural en el viejo y el nuevo mundo fueron distintas; y fueron distintas por la evolución natural de sus medioambientes, influidos estos por ellos mismos. En el viejo mundo las aldeas se formaron mucho antes de la domesticación de las plantas, mientras que en el nuevo mundo ocurrió lo contrario. Las primeras aldeas del viejo mundo se formaron al agruparse junto a grandes extensiones de cebada o trigo salvajes: construyeron grandes graneros; cosechando granos durante tres semanas se proveían de alimento para el resto de año. Así mismo construyeron hoyos de almacenamiento, hornos, amoladoras, haciendo difícil abandonar sus pertenencias y decidiéndolos a asentarse. ¿Porqué se asentaron tan tardíamente los pobladores de Mesoamérica? Por las diferencias entre las especies animales. En el viejo mundo se lograron conservar algunos herbívoros que encajaban bien con la producción de granos puesto que consumían el rastrojo e incluso eran atraídos por las grandes plantaciones. Pero en Mesoamérica, sencillamente, no quedaron sobrevivientes de los grandes herbívoros; los únicos animales que lograron domesticar fueron el perro y el pavo, ninguno de ellos rastrojero. En Mesoamérica se asentaron definitivamente sólo cuando incluso los animales más pequeños se volvieron escasos. En la Sudamérica andina semidomesticaron la llama, las alpacas y los conejillos de indias, que fueron durante mucho tiempo una importante fuente de proteína animal, pero al parecer su reproducción en cautiverio parece difícil, imposible en el caso de la vicuña debido a su comportamiento sexual y de cortejo. Los asentamientos de quinua no parecen haber sido lo suficientemente abundantes como para instalarse definitivamente con los rebaños. La llama y la alpaca son incapaces de tracción, por lo que a pesar de fabricar ruedas (como juguetes o para la alfarería), no desarrollaron su uso mecánico (poleas…) quedando atrasados en el desarrollo tecnológico. En el viejo mundo el desarrollo agrícola y el sedentarismo tuvieron como consecuencia inmediata un aumento sostenido de la población. El cambio en la dieta aumentó la fertilidad de las mujeres, que al mismo tiempo disponían de más tiempo y menos problemas para criar varios hijos a la vez (ya no tenían que salir a recolectar). Y el aumento poblacional ocasionó, tarde o temprano… guerras.